Continúan los conflictos bélicos en varias partes del mundo mientras se celebran los Juegos Olímpicos, un periodo en el que en otras ediciones se ha respetado la tregua olímpica sugerida por las Naciones Unidas.
PARÍS —
Más de 100 conflictos bélicos se agravan en todo el mundo. Mientras Oriente Medio se tambalea al borde de una guerra regional, en Ucrania, Rusia avanza lenta pero firmemente en el este, reduciendo ciudades a escombros.
Es evidente que la “Tregua Olímpica” no se está respetando.
En el período previo a cada edición de los Juegos Olímpicos de los últimos 30 años, la ONU aprueba una resolución que defiende la “Tregua Olímpica”, que en teoría detiene las hostilidades para garantizar la seguridad de los deportistas y promover la paz mundial.
Se supone que está vigente desde siete días antes del inicio de los Juegos Olímpicos y concluye siete días después del final de los Juegos Paralímpicos. A menos de dos semanas de iniciada, las noticias de ataques con misiles, anexiones y tensiones parecen omnipresentes.
“Somos parte de un evento que une al mundo en paz”, dijo a los deportistas el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, en la ceremonia inaugural. No obstante, moderó su habitual optimismo al reconocer que se vive en “un mundo desgarrado por guerras y conflictos”.
En realidad, son solo buenas intenciones, que contrastan con los acontecimientos. El miércoles, tras el asesinato en Irán del máximo líder de Hamás, Ismail Haniya, el organismo internacional cambió el tono de su mensaje.