La singularidad terrestre que provoca que la duración del día cambie cada 8.5 años

Los científicos se afanan en investigar lo que sucede en el núcleo de la Tierra para explicar los cambios en la superficie

Gran parte de lo que sucede en la superficie terrestre se origina en el núcleo de la Tierra, es decir, a miles de kilómetros de profundidad, y viceversa. Desde hace tiempo, los científicos utilizan el estudio de lo que allí sucede para explicar los diferentes fenómenos que acontecen en el área más conocida.

Con esta premisa, un equipo de investigadores de la Universidad de Wuhan ha estudiado como una pequeña y hasta ahora no conocida irregularidad ha desembocado en una inesperada conclusión: el núcleo interno de la Tierra se balancea cada 8,5 años, lo que explica tanto la duración de los días y las noches como el movimiento de los polos.

La investigación ha sido publicada en la revista ‘Nature Communications’, y sus autores creen que servirá para cambiar el modo en el que observamos el funcionamiento interno de nuestro planeta. No en vano, trabajos anteriores habían concluido que la inclinación del núcleo interno, que transforma esa duración de los días cada 8,5 años, era de hasta 10 grados con respecto al manto terrestre, cuando en realidad es solo de 0,17.

Ello explicaría los fallos que hasta la fecha se han cometido a la hora de interpretar las manifestaciones superficiales del comportamiento interno de la Tierra.

La rotación

La Tierra, como es sabido, gira en torno a su propio eje. Es lo que se conoce como movimiento de rotación, y este giro sobre sí misma le lleva aproximadamente un día: 23 horas, 56 minutos y 4,1 segundos para ser más exactos.

Debido a la rotación, los diferentes puntos de nuestro planeta se ubican sucesivamente frente al sol, dando origen al día, o se van oponiendo, generando la noche. El tiempo que transcurre entre dos pasos consecutivos de una estrella por el mismo meridiano equivale a la rotación de la tierra, o sea el tiempo que tarda en dar un giro de 360° sobre su eje.

Este trabajo, que se ha basado precisamente en la observación de este movimiento, ha confirmado que el ángulo de inclinación estático significa que la densidad media en el hemisferio noroeste del núcleo interno debería ser mayor.

“Innegablemente, es difícil para las observaciones sismológicas detectar tal inclinación estática del núcleo interno directamente, pero curiosamente, los resultados de los estudios sismológicos mostraron que el hemisferio oeste/noroeste (o al menos su capa superior) del núcleo interno puede ser relativamente más denso. Estas sugerencias, aunque tienen algunas incertidumbres, son cualitativamente consistentes con nuestro hallazgo de un núcleo interno inclinado hacia el oeste, y sugerimos que tal consistencia debería ser útil para la oscilación o rotación diferencial del núcleo interno”.

Fuente: eldebate.com

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