Las libertades de prensa han disminuido considerablemente en todo el mundo desde 2012.
En los últimos cinco años, aproximadamente el 85 % de la población mundial ha experimentado una reducción de la libertad de prensa en su país.
Principales tendencias
- La libertad de prensa continúa su tendencia a la baja en todo el mundo.
- Las nuevas leyes y políticas restringen la libertad de expresión en Internet.
- Los avances en la eliminación de la brecha de género en las salas de redacción, en las firmas de artículos y en las propias noticias se han estancado en gran medida.
- Un diluvio de desinformación e información errónea ha contribuido a que la confianza en los medios de comunicación haya ido disminuyendo durante años en todo el mundo.
La pandemia mundial puso de manifiesto la urgente necesidad de contar con noticias e información fidedignas. A pesar de ello, las medidas relacionadas con la COVID-19 se utilizaron para justificar importantes violaciones de la libertad de prensa en 96 de 144 países, según un estudio del Instituto Variedades de Democracia (V-Dem).
Además, según datos de la UNESCO, al menos 160 países siguen teniendo leyes penales que tipifican como delito la difamación.
Desde 2016 se han aprobado o modificado al menos 57 leyes y reglamentos en 44 países que contienen un lenguaje demasiado impreciso o castigos desproporcionados que amenazan la libertad de expresión y la libertad de prensa en línea.
UNESCO
Los últimos cinco años han presenciado un incremento de otras acciones que amenazan la libertad de expresión y la universalidad de Internet.
Se han bloqueado servicios de noticias en línea, se ha espiado ilegalmente a periodistas y se han pirateado los sitios web de diversos medios.
Los cortes de Internet alcanzaron un máximo de 213 incidentes distintos en 2019, según datos recogidos por Access Now. Algunos gobiernos también están invirtiendo en su capacidad para «filtrar» y «estrangular» Internet. En los últimos cinco años se han duplicado las solicitudes gubernamentales de eliminación de contenidos de las principales plataformas de Internet.
Al mismo tiempo, las empresas privadas de Internet se enfrentan a un mayor escrutinio en lo relativo a la manera en que controlan el contenido y utilizan los datos personales para influir en lo que ven los usuarios.
En el marco del creciente respaldo de los múltiples interesados en favor de una mayor transparencia y rendición de cuentas, la UNESCO ha propuesto 26 principios de alto nivel que pueden servir de guía a las empresas, los encargados de formular políticas y los reguladores.

El 85%
de la población mundial
ha experimentado una reducción de la libertad de prensa en su país en los últimos 5 años

57
leyes y reglamentos
se han aprobado en 44 países para amenazar la libertad de expresión en Internet

132
Estados Miembros de la ONU
garantizan el acceso público a la información

67
años
para colmar la brecha media de la igualdad de género en los medios
Los avances en la eliminación de la brecha de género en las salas de redacción, en las firmas de artículos y en las propias noticias se han estancado en gran medida.
Las mujeres siguen teniendo una representación insuficiente en los niveles de dirección de los medios de comunicación y en la difusión de «noticias importantes», como las del ámbito de la política. Además, algunos estudios revelan la existencia de prejuicios en la representación de las mujeres en las noticias, así como una marginación de las mujeres como fuentes expertas.
UNESCO
El pluralismo de los medios de comunicación también se ve cada vez más amenazado por el deterioro de los modelos de negocio tradicionales del periodismo.
Esta amenaza financiera ha hecho que las redacciones sean más vulnerables a las presiones, tanto por parte de agentes externos como de los propietarios y ejecutivos de los medios.
La captación de los medios (cuando los medios de comunicación son aparentemente libres pero carecen de independencia real) sigue constituyendo una amenaza creciente. Un reciente estudio realizado por el Centro de Medios, Datos y Sociedad sobre 546 empresas mediáticas de gestión pública en 151 países concluyó que casi el 80 % de ellas carecían de independencia editorial.
Mientras tanto, la desinformación y la información errónea se han sumado a años de pérdida de confianza en los medios de comunicación en todo el mundo y se han convertido en una gran amenaza para la información como bien común.
Las empresas de Internet han permitido, e incluso acelerado, esta creciente amenaza. De hecho, las falsedades en Twitter «se difundían de manera considerablemente más extensa, más rápida, más profunda y más amplia que la verdad», según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Hay que adoptar medidas adicionales para combatir la desinformación, pero con cautela. Todas las respuestas deben respetar los marcos y normas internacionales en materia de libertad de expresión y promover un entorno en el que la prensa libre pueda funcionar sin restricciones.
FUENTE: UNESCO